25 de junio - San Máximo de Turín

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Obispo y escritor de teología. Nació probablemente en Retia, alrededor del año 380. Murió poco después del 465. Únicamente existen dos fechas comprobadas históricamente acerca de su vida. En 451 fue enviado al sínodo de Milán en el que los obispos del norte de Italia aceptaron la famosa carta (epistola dogmatica) de León I. En ella se definía la doctrina ortodoxa de la Encarnación en contra de los nestorianos y eutiquianos (Mansi, "SS. Conc. Coll. Ampl.", VI, 143). Máximo es el octavo de diecinueve firmantes, y como el orden se determinaba por la edad, Máximo debe haber tenido cerca de setenta años. La segunda fecha establecida es el 465, cuando él estuvo en el sínodo de Roma (Mansi, VII, 959, 965 ss.). En este caso la firma de Máximo sigue inmediatamente después de la del Papa, demostrando con ello que él era el más anciano de los 48 obispos presentes. La fecha aproximada y el sitio de su nacimiento pueden ser deducidos de un pasaje del Sermo 81(P.L., LVII, 695), en el que él mismo se nombra testigo del martirio de tres sacerdotes misioneros en 397, en Anaunia, en los Alpes de Retia. La historia no hace mención alguna de él después del 465. Es el primer obispo de que se tiene memoria en Turín, que en ese entonces era diócesis sufragánea de la sede de Milán. Su sucesor fue san Víctor. Su nombre aparece en el martirologio romano, el día 25 de junio, y la ciudad de Turín lo honra como su santo patrono.  Fue autor de numerosos discursos, Esos discursos, pronunciados por el santo ante el pueblo, consisten de 118 homilías, 116 sermones y seis tratados (tractatus). Las homilías son de tempore, o sea, siguiendo los tiempos del calendario litúrgico y en las fiestas de Nuestro Señor, exegéticas, dogmáticas y morales. Los sermones son de tempore, de sanctis y de diversis. Tres de los tratados se refieren al bautismo, uno es apologético contra los no creyentes, y uno contra los judíos. De los últimos dos sólo quedan fragmentos, de cuya genuineidad se duda. El sexto tratado, de cuya genuineidad también existen dudas, contiene breves discursos sobre 23 temas sacados de los Cuatro Evangelios. Un apéndice recoge escritos de incierta autoría: 31 sermones, tres homilías y dos epístolas largas, dirigidas a un amigo enfermo. Muchos de los escritos que Bruni atribuye a Máximo son de dudoso origen. Los discursos son generalmente muy breves y redactados en un lenguaje muy fuerte, aunque a veces demasiado florido. Entre los muchos temas de liturgia e historia tratados en los discursos están: la abstinencia de la Cuaresma, la prohibición de ayunar y arrodillarse para orar durante el tiempo pascual, el ayuna de la vigilia de Pentecostés, entre otros. Todos sus discursos manifiestan gran preocupación acerca del bienestar de su grey. En muchos incluso ataca los resurgimientos del paganismo y defiende la fe ortodoxa frente a los ataques de la herejía.