El tirocinio es una etapa de intensa confrontación vital con la acción salesiana en una experiencia educativo-pastoral.
En él, el salesiano joven se ejercita en la práctica del sistema preventivo y, sobre todo, en la asistencia salesiana. La intención y la perspectiva formativa son prioritarias en el tirocinio, que tiene como primera finalidad la formación del hermano. Dos son los objetivos del tirocinio:
- la maduración en la vocación salesiana: el hermano, ejercitándose en la misión y en el espíritu del Sistema Preventivo, desarrolla sus actitudes y su responsabilidad y tiende a realizar una «síntesis per-sonal entre su actividad y los valores de la vocación»;
- la evaluación de la idoneidad vocacional a través de la experiencia personal y comunitaria de la misión salesiana, con miras a la profesión perpetua.
El tirocinio dura, ordinariamente, dos años y se realiza en las diversas comunidades de la Inspectoría según la misión confiada por el P. Inspector.