22 de febrero - San Maximiano de Ravena
En el año 545, San Maximiano fue designado obispo por el mismo emperador Justiniano y consagrado por el papa Vigilio, pero no fue aceptado por los raveneses por la humildad de su cuna, sin embargo, con su amor por la iglesia y con obras que consitian en contruccion de monumentos, iglesias o como la construcción de la basílica de San Vital, joya del arte bizantino, San Maximiano se fue ganando el afecto de los creyentes.
Fue el vigésimo octavo obispo de Ravena, así como el primer obispo de Occidente en llevar el título de «arzobispo», como titular de una diócesis metropolitana (546-556).
Proclamó la unidad de la Iglesia contra los herejes., cumplio con fidelidad su función episcopal y llegó a ser una de las figuras más importantes de Italia en el siglo VI. Su episcopado representó la edad de oro de la Iglesia de Ravena.
“Fue elevada la cantidad de libros de los que fue autor: crónicas, descripciones de Ravena, catálogos de los obispos de la ciudad y doce volúmenes de sus sermones. También preparó una cuidada edición de la Biblia acompañada de notas marginales y escribió un “Sacramentario” (misal) sobre el que supuestamente se basó al poco tiempo el Leonino.”
Se ha descrito a este Santo como un pastor que acogía con igualdad a todos, incluyendo extranjeros, pobres y consolaba los que sufrían.
Murió en Ravena el 22 de febrero del 556, y sus restos fueron sepultados en la basílica de San Andrés, donde permanecieron hasta 1809, cuando fueron trasladados a la catedral, tras la secularización del templo por la administración napoleónica de la ciudad.