7 de febrero - Pío IX, papa

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Nació en Senigallia (Italia) el 13 de Mayo de 1792. Sus padres fueron Gerolamo y Caterina Solazzi. Fue bautizado el mismo día de su nacimiento con el nombre de Giovanni Maria; recibió el sacramento de la Confirmación en 1799 e hizo su Primera Comunión en 1803. De manera admirable unió la vida activa a la contemplativa. A pesar de estar siempre atento a las necesidades pastorales y sociales, vivía al mismo tiempo con gran recogimiento una intensa devoción eucarística-mariana. Era muy fiel a su meditación diaria y al examen de conciencia. A los 36 años de edad, fue nombrado Obispo y destinado a la Arquidiócesis de Espoleto. Acepto por obediencia y fue un modelo de celo pastoral, a pesar de los grandes sufrimientos. En 1840, con apenas cuarenta y ocho años, fue nombrado Cardenal. En la tarde del día 16 de Junio de 1946, el cardenal Mastai, que fuga de las honras, fue electo Papa y quiso llamarse Pío IX. En su Pontificado, debido a las circunstancias políticas derivadas de la unificación de Italia y de la pérdida de los estados Pontificios, se tornó sumamente difícil: por eso mismo, fue un gran Papa, ciertamente uno de los mayores. Impulsado por el deseo de cumplir su misión de “Vicario de Cristo”, responsable de los derechos de Dios y de la Iglesia, fue siempre claro y directo: sabía unir firmeza y comprensión, fidelidad y apertura. Fue elevado a los altares no por las definiciones dogmáticas ni por sus realizaciones como autoridad suprema de los Estados Pontificios, ni por las actividades pastorales, más sobre todo porque llevo siempre una vida santa, como joven seminarista, Obispo y Pastor supremo de la Iglesia universal, y porque practico las virtudes teologales y cardenales en un grado heroico.