9 de enero - Santa Gúdula
Hija de un duque de Lotaringia.
La madre de Gúdula abrazó la vida religiosa en la abadía de Maubeuge.
Recibió el velo de manos de san Auberto, obispo de Cambrai, sus hermanos también son santos: santa Faraildis y santa Reineldis y San Emeberto.
Gúdula fue educada en la abadía de Nivelles por su prima, Gertrudis de Nivelles.
Cuando Gertrudis murió, ella volvió a su casa en Moorsel, dedicando su tiempo a las buenas obras y a la devoción religiosa. Frecuentemente visitaba la iglesia de Moorsel, que estaba alrededor de dos millas de la casa de sus padres.
Cuenta la leyenda que cuando ella iba por las mañanas, antes de la aurora, a la capillita de madera dedicada a San Salvador, en Moorsel, un día el demonio, furioso de verla tan devota; le apagó la linterna que llevaba en la mano.
Gúdula se puso en oración, arrodillada en el barro, y la lámpara volvió a encenderse milagrosamente.
Esta leyenda ha dado lugar al distintivo iconográfico de la Santa: una linterna, a veces reemplazada por un cirio, que la Santa lleva en la mano, mientras el demonio da señales de rabia a sus pies y un ángel lateral enciende de nuevo el cirio.