La propuesta educativo pastoral

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El Oratorio - Centro Juvenil ofrece a los jóvenes la posibilidad de hacer una experiencia de vida juvenil, que les ayude a conocer el mundo y a juzgarlo a la luz del Evangelio, a tomar conciencia de sí mismos y de los otros, y de ser personas en la sociedad y en la Iglesia; de vivir con dinamismo la propia juventud y a construir un proyecto de vida inspirado en el Evangelio. Esta propuesta se hace realidad a través de un itinerario básico y otros específicos, según los intereses de los jóvenes y la propia maduración.

Contenido de la propuesta

La convocación juvenil Esta convocación se hace a través de un ambiente abierto y rico en propuestas y actividades; el esfuerzo de los animadores por hacerlo conocer y por invitar a todos; la acogida personal y la pertenencia a un grupo; y la búsqueda del encuentro y el diálogo personal.

El primer elemento de la propuesta del OCJ es su capacidad de interesar a todas las personas para que brote en ellas el sentido de lo humano, para que surjan las preguntas y emerja cuanto de religioso llevan dentro de sí mismo, por tradición, ambiente o familia.

Un camino educativo

Qué es una propuesta de creatividad personal y libre y de socialización que desarrolla los recursos positivos de las personas y grupos, y que promueve un proceso de crecimiento de la persona.

Esta experiencia supone una propuesta múltiple y variada que abarca todos los aspectos más significativos de la vitalidad y del proceso evolutivo del joven; la participación en la programación, realización y revisión de las actividades de la comunidad oratoriana; el conocimiento gradual y recíproco, la estima mutua y la capacidad de encuentro y de participación; experiencias de solidaridad y de servicio gratuito a los demás; y momentos de formación en torno a las experiencias de la misma vida cotidiana.

Un proceso de evangelización

El desarrollo de este camino se abre a una propuesta de fe, que conduzca a un encuentro personal con Cristo y se desarrolle en un itinerario de crecimiento en la fe, hacia la búsqueda de la identidad cristiana, según la Espiritualidad Juvenil Salesiana y la opción vocacional.

Esta propuesta evangelizadora ha de ser:

  • misionera, adaptada a la situación de los más alejados, que despierte el interés y las ganas de hacer camino
  • positiva, hecha a partir de la vida, según las aspiraciones y necesidades de los jóvenes
  • rica y variada, en proporción a las posibilidades y a los ritmos de maduración
  • consistente y comprometida, orientada hacia un crecimiento sistemático y progresivo, que llegue hasta una opción vocacional cristiana.